viernes, 15 de agosto de 2008















¿ARGENTINO O IGNORANTE?

Navegando por la Web he sido informado que algunos periodistas cibernéticos intercambian de lugar las letras de la palabra "argentino" para resultar "ignorante".
De algo conozco y estoy seguro, aun siendo argentino, que no todos somos iguales y que algunos reconocemos
nuestra ignorancia idiosincrásica y nuestra cultura inculta, atada al atraso (como el ratón calavera de nuestra ilustración), aislada del mundo y de la realidad, al auto-engaño, el engreimiento y el sometimiento y servilismo pueril a la tradición.
En nuestra querida Patria Argentina ni los así llamados "cristianos" se conocen a sí mismos, al menos en lo elemental. Quizá ningún hecho vivencial en nuestro país y desde nuestra historia casi bicentenaria haya sido providencialmente tan desenmascarador de la realidad ignorante, individualista y aturdida del pueblo argentino, como el reciente conflicto suscitado entre ruralistas y Gobierno.
En un costado de la cuestión, se critica que el Gobierno, o al menos su antecesor, no tiene buena disposición al diálogo con los Medios, pero ningún periodismo impreciso, parcialista y sectorizador que opina con peyorativas, discriminaciones y parcialidades, como bien resume el Decreto 1086/05 en el Plan Nacional contra la Discriminación, es periodismo serio, digno de ser tenido en cuenta a la hora de la información y la formación de la opinión pública.
Los “cristianos” (católicos y evangélicos), unos gobernaron el país durante 197 años generando las desigualdades e injusticias de hoy, y estableciendo la clase de cultura de los patrones y lacayos, corporacionistas y mendigos que hoy permea la idiosincrasia de la mayoría de nuestros connacionales. Los otros, desatinados bajo el mismo manto de ignorancia en grado superlativo de los preceptos bíblicos de orar por el Gobierno y buscar la reconciliación de los hombres, han cometido vergonzosamente el pecado de dividir al país, o al menos profundizar este mal, al empapelar el país con eso de que “Estoy con el campo”.
El pueblo casi siempre opinó que a este país habría que gobernarlo con mano dura. Se ha desconfiado del Congreso y criticado a los legisladores. La mayoría votó por el actual Gobierno. Hoy, ya asoma al vilo de la mayoría los que perviven, mientras los Country’s aumentan.
Vino Kirchner con más dureza de mano que sus antecesores inmediatos, y se lo tilda de populista, dictador y personalismos. El Congreso que otrora no servía, o mejor, sólo servía de madriguera, de pronto que traten el Decreto 125 sería constitucional y ganancia democrática. La misma mayoría “Kirchnerista”, incluidos algunos “Radicales K” y “Peronistas” como los señores Cobos, Scioli y Solá, entre otros, ahora traicionan su propia fuente, y en muchos casos aquellos que alegaron una posición en lineamiento con el Gobierno terminaron confrontándolo.
La Legisladora chaqueña Corregido, según ha trascendido, traicionó sus mismas convicciones al ver el lloriqueo de algunos “pequeños y medianos agricultores” de su provincia, por lo que terminó votando “a favor” de éstos.
Para quien estuvo casado 33 años con hija de colono sojero, hasta la separación por la muerte, ningún pequeño o mediano productor rural como ellos en el país, jamás vivió la agonía que experimentan a lo largo de toda la vida millones de habitantes de las ciudades, y que al fin, engañados o no, o justificados apenas en parte por estos dos últimos gobiernos, comienzan a tener esperanzas en que algún día la riqueza de la Madre Natura provista por el Padre de Todos en el país de los hermanos de una misma Patria, llegue a ser equitativamente distribuida.
Tales agricultores y hacendados que conozco, considerados “pequeños y medianos”, aun en los peores años de cosecha no han dejado de comprarse lujos, de hacer estudiar a sus hijos (¿Para qué?, ¿Para que dejen de ser ruralistas?) Parece ser evidente que saben que entre los que matan y los que joden, y los que legislan y los que gobiernan, sus imperios se volverán eternos si alguno de los suyos los representaran.
Pueden argumentarse miles de excusas para seguir manteniéndose imperios de poderosos y corruptos, no obstante, parece ser entendible que el buen político, una vez en el Gobierno, no tiene prioritariamente ningún deber para con sectores o segmentos sociales que lo hayan promovido, como sí todo por el país y la unidad de la Nación. Sino, los demás sectores sociales también debieran procurar estar presentes en las Campañas con su lloro ante legisladores, que, luego en el Gobierno para tapar sus mezquinas pretensiones de permanecer en “el Poder”, alegan defender a algún sector y servirles de pañuelo.
Personalmente, nunca jamás ningún rico me ha dado un solo centavo sin que yo trabaje, y ningún Gobierno jamás me posibilitó nada. No obstante, somos una familia de cinco ciudadanos (ya desmembrada; quedan cuatro) dignos, que oramos siempre por el país y el Gobierno, cualquiera sea, y nos disponemos a colaborar en cuánto podamos. Una autentica conciencia cristiana no puede menos que proteger la Ley, La Gobernamentalidad Democrática, el orden y la paz, como dijera Don Orione (si no me equivoco): “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Todavía nada hay de resultados de una u otra posición en el país, y aunque se pueda asegurar que los propósitos o planificación gubernamental para con las retenciones son huecos y carentes de sensatez, parece ser más insensato que en Mi país, Su país, estimado argentino, siempre los poderosos vuelven a ganar, y se van siempre con las vaquitas a otro lugar, mientras EL PUEBLO sigue padeciendo hambruna, desprotección e indefensión asoladora.
Algún día “los cristianos” habrán de dar cuenta ante Dios de no solamente no orar por el Gobierno y no apoyarlo fehacientemente, sino además, de aliarse siempre, consciente o inconscientemente con los sectores más asesinos del mundo, pues, Jesús aseguró que “a los pobres siempre lo tendríamos con nosotros”, y él mismo priorizó y dio preferencia al pobre para protegerlo de los ruralistas, ricos y hacendados, politiqueros y corruptores de antes, siempre presentes en nuestra civilización “cristiana y occidental”.



















jueves, 14 de agosto de 2008

TODOS SOMOS IGNORANTES EN ALGÚN ASUNTO

A todos nos falta una letra en el hablar, en la escritura, en las acciones, o en las intenciones, alguna vez en la vida.
A veces "escribimos" hablando, leyendo, obrando, observando, o en cualquier otra actitud o signo verbal o no verbal, imaginando estarlo haciendo perfecto, no obstante, ignorando al menos una letra de la verdad en nuestros mensajes.
Quienes se forman en la universidad en su gran mayoría, presumen saber lo que los que no tuvieron la misma suerte de cursar una carrera no saben. Unos adoran el conocimiento académico. Otros, el empírico, sin saber o entender la verdadera llave del verdadero saber:
Uno más uno son dos en la enseñanza académica. Para el aprendizaje de la experiencia del amor, suman de nuevo solamente uno.
En la enseñanza "oficial" siete es seis más uno u ocho menos uno, pero en Gematría y metafóricamente, significa perfecto, completo.
Para el INDEC el precio de la canasta familiar y el de los salarios son satisfactorios. Para el rico, disparatados. Para el pobre y trabajador, insoportables. Para el ciudadano honesto, y que nunca pudo alcanzar un empleo, una Obra Social, un salario, menos aún una jubilación, una casa propia, y la educación que aspira, todo es pura injusticia.
Si al INDEC de siempre le falta la letra de la verdad, a los pobres les faltan letras por falta de esfuerzo, dedicación, disciplina, o por ultraje de parte de los otros, y al menesteroso le falta casi todo el abedecedario de la vida, aunque pueda ser erudito en sabiduría, y a los ricos les sobran "aches" al frente de sus mensajes y carecen de ellas donde deben tenerlas.
Lo que para el alma humana es saber, para su espíritu es solamente información. El verdadero conocimiento, la sabiduría y la plenitud de vida y poder, aunque se carezcan de cosas materiales, temporales y efímeras, sólo vienen desde el espíritu humano conectado a Dios, "fuente de toda razón y justicia". La academia y la empírica no tienen menos que agacharse ante lo verdadero cuando su poseedor no gana ni un peso, no tiene dónde vivir, no ha alcanzado éxitos aparentes en la vida ni jamás triunfó en sus búsquedas y aspiraciones, sin embargo no mendiga, no molesta, no daña al otro, tampoco necesita de nada; lo tiene todo, y hasta comparte y ayuda a los demás, y es feliz. Es una persona honesta, que tiene honor y dignidad, y no depende de nada y de nadie. Todos y todo son sus siervos: dinero, sexo, amigos, vivienda, automóvil, diplomas, etc., pero él no es patrón de nadie sino de sí mismo, y por eso sólo sabe ser feliz, y útil.
SI QUIERES, LO PODRÁS. TE INVITO A ACOMPAÑARME
"El que anda con sabio, sabio será"

miércoles, 13 de agosto de 2008


MÁS DE MEDIO SIGLO INFAME DE MI PAÍS...
Tengo 56 años de vida. Nací en la Argentina. Conocí varios países de Latinoamérica. Algunos mejores en casi todo, pero yo amo a mi país.
Quizá ninguna década haya sido tan infame y tan representativa de lo que significaron para mí esos años en mi tierra natal, como la Infame Década de los 90.
Aún así, vivo y permanezco aquí, porque soy de los que aman a su país, aunque jamás hayamos percibido una sóla limosna gubernamental, un sólo subsidio, un sólo préstamo, una sóla ayuda, una sóla oportunidad real.
Jamás fui empleado. Jamás tuve Obra Social. Jamás me regalaron algo para emprender y potenciar mis habilidades y capacidades, mi capacitación alcanzada afuera, allá en el exterior, y sin embargo, me exigen pagar los impuestos, y nunca ningún político me supo escuchar concretamente, y colaborar para que alguna cosa se resolviese en mi vida.
Mi esposa falleció cuando los médicos estaban de huelga, luego, los turnos se demoraban meses, mientras tanto, ella sufría inconteniblemente los fuertes y fatales dolores de un cáncer terminal.
¿Dónde estarán los Gobernantes que obligan mi voto, y mi tributo, y se lavan las manos como Pilatos? Suerte que no dependo de ellos. Sólo de Jesús, y de mi trabajo



LA PRIMERA VEZ...
Dicen que para todo hay una primera vez. Es verdad, pero no siempre queremos recordar esa vez, u olvidarla.
Lo peor que nos puede pasar es que nos olvidemos de lo que deseamos recordar, o perpetuarlo en nuestras imaginaciones, o que recordemos indeleblemente lo que quisiéramos olvidar.
¿Será que se podrá olvidar la muerte del ser que uno más ha amado en la vida? Quizá nunca, y la mayoría de los sicólogos -soberbios y vanidosos-, presumen cosa absolutamente psíquica que uno maneje los recuerdos o el pasado, razonablemente, sin embargo, nadie es mejor sicólogo que un verdadero cristiano.
En una ocasión perdoné una falta grave, y cuando lo recuerdo, la ofensa ya no me duele. Otra vez una escena ofensiva para mi moral entre una chica y un muchacho, al orar a Jesús que me la haga olvidar, la imagen de lo sucedido se borró definitiva e instantáneamente de mi mente, quedando tan sólo el recuerdo de que "algo pasó allí", que mi psique no lo recuerda más, aunque me esfuerce recordarlo.
¿Qué sería de nuestra vida si alguna vez algún sicólogo pudiera liberar nuestras mentes de nuestro pasado doloroso, oscuro, sucio, feo o deprimente? Lo probé: quedé yo mismo cargado de esa mugre y esas heridas, y sólo Jesús me hizo libre, y puede cargar con el pecado de todo el mundo. Después que lo supe, no pierdo tiempo ni siquiera con "santos" populares que nunca dieron su vida por mí.
Olvidar es posible. Recordar tambien. Elijamos nuestro pasado, para alcanzar el mejor futuro, casi imperceptiblemente y siempre de forma abundante, libre y feliz.

Mi ermano fue a la Huniversidad, y según enthiendo, algo de mis impuestos facilitó su carrera. Sim enbargo, es así como escribe, y ahum peor como se desempeña como ciudhadano ameghino (digo: argentino).No quiero caer en el juicio malvado de algunos extranjeros, pero comienzo a jugar con las letras de la palabra argentino, y me da IGNORANTE. Parece que la BANDA ANCHA no es del progreso sino de su orgullo y su sabelotodismo.

EL FUTURO DE NUESTROS JÓVENES


Ya no son sólo los adultos que rasan la vida y el futuro de nuestros hijos. Ahora los mismos jóvenes impiden violentamente que sus compañeros vivan, y vivan seguros.
Siendo parte de "Generación K" he argumentado ante algunos de estos jóvenes que si ellos no decidían cambiar definitivamente, y dejar atrás la corrupción y perversión de sus progenitores y antepasados, la Argentina no tendría más esperanzas de nada.
Lamentablemente muchos de nuestros jóvenes son peores que nuestros viejos, y en muchos casos, insalvables.
Conozco una sóla salida. Ni la educación, ni la concertación, ni el diálogo, ni el dinero, nada, absolutamente nada. SÓLO JESÚS.