EL SEXO PERDIÓ SU CASA…
…y se ha ido a vivir bajo la intemperie de la ignorancia del Saber Formal y No Formal
1. Preguntas Retóricas Introductorias:
2. Presupuestos Básicos
3. Análisis de la Ley
4. Desarrollo del Tema
5. Propuesta de Programa de Educación Sexual en las Escuelas
6. Sexo Biológico y Sexo Psicológico
7. Conclusiones
8. Bibliografía Consultada.
LA ORTODOXIA RELIGIOSA CATÓLICO-ROMANA NO REPRESENTA LA VERDAD DIVINA SOBRE EL SEXO Y SUS FINALIDADES.
LAS CIENCIAS CARECEN DE UN CONOCIMIENTO MÁS DEPURADO Y COMPLETO.
LO POPULARMENTE OPINATIVO ES AMPLIAMENTE SUPERSTICIOSO
¿Qué nos pasa? ¿Quiénes saldrán ganando con la nueva Ley de Educación Sexual en la Escuela, con padres y familias que no pueden ser referentes? ¿Los hombres del Ministerio de Educación son los que finalmente podrán señalarnos el rumbo adecuado hacia la seguridad sexual de las personas individualmente, y de la sociedad en su conjunto?
1. Introducción:
¿Cuál será el Programa de Estudio que utilizará de aquí en más el maestro, en virtud del programa perdido de los padres en la cuestión de educar sexualmente a los niños, y que no contradiga los códigos de la educación familiar y cultural de ellos?
¿Quiénes estarán satisfactoriamente adecuados para impartir una sana y equilibrada enseñanza, siendo referentes de lo que enseñen? ¿o seguiremos tecnificando la educación, desjerarquizada al nivel de lo abstracto y sin vida, sin motivadores que transformen la conducta humana y socialicen el conjunto de individuos tan diverso en que vivimos y “soltamos” a nuestros hijos?
2. Presupuestos Básicos:
1. La Creación del ser humano: si esto no vamos a admitir, entonces no hay que preocuparse por educar al hombre, pues algún día evolucionará de manera natural así como ha venido haciéndolo hasta ahora…
2. La Dualidad Genérica: para negarlo, bastó con crear una enmarañada forma de explicar el sexo como “sexo cultural”, entre otras formas. Es como si hablásemos de “dormir cultural”, echándonos a dormir en cualquier parte, justificando nuestra inconducta social.
3. La Naturalidad Sexual: es imposible “naturalizar” lo que ya es natural y naturalmente de uso común y corriente. Ninguna disciplina es “naturalización” de algo desnaturalizado; simplemente será ayudar a mantenerse dentro de sus finalidades y límites propios, en virtud de la degradación del ser humano.
4. La Felicidad de su Creador: Dios no es un ser abstracto, impersonal, etéreo. Él es real y personal para quienes le creen y le aceptan en sus vidas. Él también está feliz cuando le obedecemos. Un párrafo de la Biblia afirma que las personas que usan mal sus cuerpos en lo que al sexo se refiere, llevarían sobre sí mismas las consecuencias. Salvo el caso de las violencias y los infortunios, que tienen causas sociales más que individuales, todas las demás acciones de los hombres demuestran de inmediato el resultado de sus elecciones en los padecimientos que sufren. Dios no quiere el sufrimiento gratuito del hombre. Quiere su felicidad, así como él mismo desea ser feliz con su criatura.
5. La Felicidad de la Criatura: mucha “felicidad” de los hombres, nunca desembarca en la felicidad de nadie, menos del conjunto social. La única felicidad individual verdadera es la que se alcanza en los límites de lo lícito, natural y pertinente a nuestra condición cívica. La felicidad pasajera de quienes siendo soltero invaden el espacio y los derechos sacramentales del matrimonio, nunca fue duradera, efectiva y trascendente, y siempre dio por resultado más sufrimiento humano y mayores injusticias sociales.
6. La Madurez Física: aunque los púberes ya podrían ser padres tempranamente, la madurez física siempre estará supeditada a la madurez sicológica y espiritual. Si le enseñamos a los adolescentes a hacer “sexo seguro”, simplemente le hemos entregado un salvavidas a quien nunca aprendió a volar y tampoco tiene condiciones suficientes para ello. Se podría salvar, eventualmente, pero nunca salvará al otro, y será una ingenuidad de los adultos permitirles manejar el avión que le compete a ellos, y sólo después de un psicofísico apropiado y las debidas lecciones y pruebas previas. A los niños y adolescentes no es sólo sus descubrimientos del sexo que los entusiasman. También quisieran manejar el automóvil, tomar cuchillos y cosas peligrosas para su edad en las manos, un revólver, etc. Los Derechos del Niño y del Adolescente reservan un lugar destacado para las prevenciones en cuanto a adelantar o apresurar la madurez, llevándolos a hacer cosas impropias a su edad. El sexo también es impropio para los jóvenes, y si la incitación de los Medios, la mercantilista y la social lo desbordaren, para ello Dios ya proveyó el medio de solución: el matrimonio. Y si le vamos a enseñar a “cuidarse” haciendo sexo antes del matrimonio, entonces por qué ya no abolir el matrimonio. Mucho más simplificado y repartidas las consecuencias, que si circunscribimos el sexo a él…
7. La Madurez Psicológica: ninguna escuela podrá jamás sustituir los desequilibrios psicológicos que el niño trae a ella desde el hogar. Podría ayudarse a que los niños y adolescentes pudiesen tener otros horizontes más promisorios que el nefasto de un hogar en llamas, pero entonces, la prioridad no es el niño sino el hogar. O en todo caso, el niño y el hogar simultáneamente.
8. El Equilibrio Espiritual: la ortodoxia religiosa impone una clase de espiritualidad abstinente, pietista y mística que no ayuda al desarrollo sano de la persona integral. Por otro lado, las filosofías libertinas necesariamente nos conducirían a otro extremo, al de la enajenación completa, el individualismo, y a un aumento inexorable de la violencia en todos los ordenes de la vida urbana. Lo correcto es fortalecer el hogar y la vida individual en una comunión con Dios apropiada, por una disciplina humanizadora, culturalizante y de proyección pacífica y estable.
9. El Lugar del Orgasmo: el orgasmo nace y termina en el órgano sexual, creacionalmente. Cuando se traslada a la mente humana como centro gravitacional del deseo, no habrá órgano que aguante o alcance. Y no se puede disciplinar la mente fuera del matrimonio. En sus límites ya es muy difícil tal disciplina, debido a nuestra inclinación al mal, imaginémonos fuera de él…
10. El Ocuparse de “la Carne”: somos lo que pensamos. Una mente extremadamente ocupada en el sexo, avanzará inexorablemente hacia la diversidad de prácticas, que al probarlas y no satisfaciendo, lenta pero indefectiblemente uno se encamina hacia la insatisfacción generalizada que terminará por bloquear toda conciencia, abriendo las compuertas del desorden personal y social.
3. Análisis de la Ley Nº 26.150 del Programa Nacional de Educación Sexual Integral
Artículo 5º:
“Cada Comunidad Educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros.”
Opinión: implícitamente se destacan LAS PROPUESTAS emanadas del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, como con vigor de Ley obligatoria a ser tenida en cuenta para “la adaptación” de otros idearios y otras convicciones.
Artículo 7º:
“…de modo tal que se respeten y articulen los programas y actividades que las jurisdicciones tengan en aplicación al momento de la sanción de la presente ley.”
Opinión: si durante el proceso de preparación del Programa y la capacitación de los docentes el ciudadano aumenta su discernimiento y concienciación respecto al tema, no podrá aplicarlos al programa de educación de su propio proyecto educativo institucional, puesto que se tiene en cuenta solamente el análisis que surja durante la sanción de la ley, nada más.
Artículo 8º:
“La definición de los lineamientos curriculares básicos para la Educación Sexual integral será asesorada por una comisión interdisciplinaria de especialistas en la temática, convocada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, con los propósitos de elaborar documentos orientadores preliminares, incorporar los resultados de un diálogo sobre sus contenidos con distintos sectores del sistema educativo nacional…y aportar al Consejo Federal de Cultura y Educación una propuesta de materiales y orientaciones que puedan favorecer la aplicación del programa.”
Opinión 1: ¿quiénes serán considerados “especialistas” por el Ministerio de Educación?;
Opinión 2: se tiene en cuenta al sistema educativo, pero no a las familias y ni a los padres, tampoco a la iglesia.
Artículo 9º:
“deberán organizar en todos los establecimientos educativos espacios de formación para los padres o responsables Que tienen derecho a estar informados… Vincular más estrechamente la escuela y la familia para el logro de los objetivos del programa.”
Opinión 1: el programa se arroga el derecho a educar a los padres y responsables del alumno.
Opinión 2: se considera que otras personas son las “responsables” del ciudadano en formación, a la vez que se los quita el derecho a educarlos en sexualidad.
Opinión 3: se afirma que “los padres y responsables tienen derecho a estar informados”. Esto es una flagrante usurpación del derecho de los padres, consagrados en otra Ley, la que dice respecto al DERECHO DE LOS PADRES A ELEGIR LA EDUCACIÓN PARA SUS HIJOS, y al deber intrínseco como parte de la comunidad educativa y educadores “primarios” de los hijos por naturaleza y por ley.
Opinión 4: se coloca a los padres y responsables en el lugar de consumidor de la información, y no del emisor de ella.
Artículo 10º:
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología integrará a las jurisdicciones y comunidades escolares que implementan planes similares y que se ajusten a la presente ley.
Opinión: nuevamente aquí parece ser que se subordina totalmente, esta vez a las escuelas, a un Plan de Estudio inflexible, que siendo Ley lo es propio, pero que no debiera llegarse a tal inflexibilidad antes de un diálogo y un análisis más abarcativo con todos los actores sociales en la temática.
4. Desarrollo del Tema:
No se puede analizar ningún asunto para una mejor comprensión, desde lo consecuente, sino desde su realidad, su evidencia. Así, el problema de la diversidad comportamental sexual no dice nada respecto a la existencia de más de dos sexos, ni de patrones de sexualidad normal, pues, si es evidente que existen solamente dos sexos, entonces, hay que profundizarse en las razones y motivaciones que generan la diversidad de conducta, nada más, pues los seres humanos somos absolutamente incapaces de crear un tercer sexo que no dañe al cuerpo humano, al mismo ser humano y a la sociedad toda.
¿Por qué la preocupación por educar sexualmente a las personas? Bien. El sexo está en el cuerpo humano, pero en él también están los aspectos que hacen a la buena alimentación, la buena y correcta medicación, la estética, el cuidado del cuerpo como “soporte” de algo superior, en el concepto cristiano, de Dios, la procreación, el placer, y no sólo y meramente el placer.
Si vamos a introducir la educación sexual en la escuela, entonces introduzcamos también la educación alimentaria, la higiénica corporal y ambiental, la medicamentosa, la estética, la procreatividad responsable y también la pureza e incontaminación del cuerpo para que pueda contener la Divinidad y ser la expresión de ésta.
Las disciplinas y conocimientos actuales respecto a la vocación y la actividad emprendedora, a lo que denomino Emprendedorismo, tiene muy en cuenta tres aspectos fundamentales en lo que concierne a la existencia humana, a saber:
a) Las Necesidades;
b) El Placer;
c) El Objetivo o Misión de Vida.
Quien afirma que la misión conferida al sexo de procrear, es un mito popular y una anquilosada ortodoxia religiosa, distorsiona o niega una verdad explícita. Si las mismas personas que dicen ser ateas aconsejan tener en cuenta estos tres aspectos de la existencia del hombre en el marco del emprendedorismo, debemos suponer que quienes niegan principalmente el último de esos aspectos, la Misión de Vida, defienden otros intereses que poco o nada tienen que ver con la Vida. Y no que defienda aquí la ortodoxia anquilosada de la religión que limita el sexo a la finalidad de procreación y muy superficialmente considera su dimensión de placer confinada al matrimonio. Las “medias verdades” siempre se parecen en demasía a la misma verdad, por eso siempre será difícil detectarlas. No obstante, no se puede negar que el sexo verdaderamente sirve para ambas dimensiones, la de la procrear y la del placer.
Las Necesidades están mucho más relacionadas con el cuerpo humano. El Placer se relaciona principalmente con la psique, la mente humana, y el Objetivo de vida tiene que ver esencialmente con el espíritu del hombre.
Describir la constitución del ser humano como un sistema tetragonal que incluya cuerpo, alma, espíritu y cultura, o revela nuestra ignorancia de un conocimiento más profundo y real de la constitución del ser humano como tripartito inherentemente, o denuncia nuestro orgullo en no reconocer que somos seres creados, al divagar por el equivocado sendero de la contradicción.
La Teología Evangélica y Cristiana no explica la existencia y la realidad de un Creador, sino la irrefutable evidencia de la unidad tripartita del ser humano, cualquiera sea el nombre que le queramos dar a su origen y su destino, es innegable un destino más trascendente y eterno que el meramente temporal y ambiental.
Cuando el Psiquiatra y Catedrático Enrique Rojas nos quiere hacer ver al ser humano como una tetralogía que incluye la dimensión cultural en su constitución, nos señala un camino de desvío o atajo en nuestra temporalidad humana como seres tripartitos indisolubles, personalidades únicas que siendo responsables o no, deben encarar su propia educación integral de manera individual, y no a partir de lo que hagan los demás.
La mayoría, sino todos los educadores de cualquier nivel de la educación formal y sicólogos y siquiatras, confunden alma con espíritu considerándolos una misma cosa. La fenomenología del espíritu alcanza su más absoluta claridad cuando lo separamos del alma, que es la parte psicológica de la persona humana, su mismo “yo”, o personalidad.
Siguiendo en la línea de concepción del autor citado, respecto a la educación sexual, así como hay una dimensión sexual física, la psicológica, la espiritual y la cultural, entonces debiera hablarse también no sólo de sexo físico y psicológico, sino también de sexo cultural y sexo espiritual, lo que es ampliamente absurdo y poco sostenible.
Es evidente que el verdadero conocimiento se ha perdido. Lo perdieron los padres. Tampoco lo tienen los maestros y carecen de él los estudiosos de la Filosofía, la Sicología y la Medicina. Mañana será normal y ampliamente aceptado culturalmente, lo que nos provea la escuela y la inserción de la educación sexual en la opinión pública. Pero la cultura actual, deficiente y padeciente de la falta de ese verdadero saber, no puede mejorar nada y menos aún, transformarse ella misma en otra más humana, amorosa y sana.
5. Propuesta de Programa de Educación Sexual en las Escuelas:
Para arribar a un Programa de Educación Sexual equilibrado y sano, se debiera como primera medida definir al ser humano como un ser tripartito. En segundo lugar, definir las funciones intrínsecas de cada parte de su constitución. Uno no puede intuir con el cuerpo, ni puede hacer sexo con el espíritu así como el cuerpo no actuará si no es impulsado por la motricidad volitiva de la persona. Cada parte de la constitución tripartita del hombre, tiene sus propias funciones. Transferirlas a otra de ellas, es insostenible, además de no justificar o explicar mejor su interacción y entrelazamiento continuo. En tercer término, proyectar el ideario educativo desde la realidad de La Caída Humana, y no disecándolo para aislar el aspecto de su travesía histórico-cultural de su innegable desviación de lo orgánico a lo psicológico dado en su historia más incipiente. Si nos quedamos postrados ante las realidades de la corrupción del ambiente humano, ignorando la corrupción individual intrínseca en el hombre, nuestro tiempo dedicado a educar será vano y los resultados nunca se establecerán sino que constantemente se esfumarán o serán relegados a las distorsiones de interpretaciones interesadas y patológicas crecientes en la humanidad.
Además, el sexo no está ni en el alma, tampoco en el espíritu humano; está en el cuerpo, por tanto, el sexo es para el cuerpo; su casa es el cuerpo; trasladarlo a la psique demandará mucho esfuerzo por educarlo y jamás lo lograremos; trasladarlo al espíritu, será una negación absoluta de su existencia, o en todo caso, una dimensión trans empírica con alguna otra entidad espiritual que por no tener cuerpo, experimentará su propio orgasmo interconectada a nuestro ser tripartito que aun en esas circunstancias nunca habría de dejar de ser una única entidad.
Las funciones del cuerpo son: comer y beber, trabajar y descansar, expresar lo interior, captar lo exterior, fructificar la especie, el sexo, y servir de terreno para la siembra de lo eterno.
Las funciones del alma son: la mente, la voluntad y las emociones. Algunos siquiatras discriminan los afectos en tres componentes básicos: los sentimientos, las emociones y las pasiones, y consideran que los sentimientos son el cauce habitual por donde discurre la afectividad. Sin entrar en especificidades, tengamos en cuenta las tres funciones generales que mencionamos aquí, como propias del alma humana o personalidad individual del hombre.
Las funciones del espíritu son la intuición y la capacidad de revelación, es decir una percepción más profunda de los conocimientos allende lo tangente y comprobable, pero sí experimental, además, la capacidad de contención de lo espiritual, cuando un espíritu -el espíritu humano- puede albergar y fusionarse con otros espíritus por su intrínseca cualidad de vida intangible e inmanente.
Por no tener esto en claro, se habla de sexo orgánico, psicológico, espiritual y cultural.
Algunos defensores de la Educación Sexual tratan de hacer diferencia entre la pasión y el amor, y a buena hora, nuestro Siglo se caracteriza por la conceptualización Light de los asuntos concernientes al amor y a los afectos humanos. Ciertamente hay una gran diferencia entre ambos valores. No obstante, si no se conoce el origen y la constitucionalidad eterna y extrahumana del amor, siempre se caerá en la misma fosa de un amor desdibujado y obnubilado por los afectos. En realidad, el amor es divino y los afectos son humanos. No sólo que no son la misma cosa y debieran ser constantemente esclarecidas sus propiedades inherentes, sino que además, es un hecho que el hombre no puede amar; sólo puede tener afecto amoroso, pero si su espíritu se fusionara con su creador, entonces sí podrá amar de verdad.
Es que el amor verdadero nada tiene que ver con el alma humana, menos aún con el cuerpo, y sí todo con el principio y origen de la vida humana, y como nuestro espíritu es el único órgano humano que puede contener la divinidad, sólo se puede amar con el espíritu, y eso, ninguna Educación puede generarlo.
La Educación Sexual más abarcativa, completa y perfecta que vemos puede ser presentada a nuestras generaciones de estudiantes en las escuelas, es una educación que considere los conocimientos biológicos y psicológicos en el marco de lo cultural, sin incluir esta dimensión de manera inherente a la persona humana, sino como el espacio en que el individuo practica su sexualidad y se defiende de las patologías y desviaciones en la sexualidad ajena.
Si el sexo no hubiera cambiado de domicilio en algún momento de nuestra historia humana, no hubiese sido necesario observarlo desde el punto de vista psicológico; pero en algún momento de su historia el hombre trasladó su percepción sexual y la conciencia de su propia sexualidad, del cuerpo al alma. Partiendo de esta realidad, se hace absolutamente necesaria la EDUCACIÖN SEXUAL no solamente en las escuelas sino principalmente a los padres.
Rafael Freda, un docente actual de la UBA, nos dice: “En toda relación duradera hay dos grandes componentes. Uno inicial que funciona como enamoramiento, y del cual se desprende la idealización; la característica de ese amor es la concentración de la atención -no se puede pensar en otra cosa- , y eso une a la pareja lo suficiente como para que cuando esa atención ceda, aparezca el apego. Desde el punto de vista sexológico esto es un hecho concreto….”
“Podría decirse entonces que, tal como ocurre con las especies animales, el primer momento del enamoramiento garantiza el embarazo y el segundo hace que el macho se quede y ayude a la hembra a cuidar a la cría. En los seres humanos esos dos momentos responden, incluso, a diferentes neurorreceptores del cerebro.”
En primer lugar, Freda se refiere a “relación duradera”, pues, está generalizando, como es obvio. Entre los animales no existe la conciencia que se supone debe haber entre los seres humanos. De aquí que entre nosotros toda relación de afecto íntimo entre un hombre y una mujer merece ser ordenada legalmente, porque somos seres sociales, y la sociedad tiene el derecho de quedar adecuadamente informada que tal mujer y tal hombre ya no están libres y pertenecen a otras personas jurídicamente. Mientras no se le caracteriza legalmente a una relación permanente, ésta nunca tendrá la posibilidad certera de constituirse en relación duradera, pues, cualquier otra persona puede capturar una de las partes sin lugar a condenaciones de ninguna clase, y esto también presupone una inseguridad total para las futuras generaciones, y para los hijos ya habidos. No se puede justificar por causa de algunas “culturas” o experiencias todavía aisladas en virtud de la normalidad mayoritariamente aceptada, que otras clases de relaciones afectivas en que no cohabitan un macho y una hembra, sean consideradas legalmente protegidas. Esto sería como tratar de legislar a favor del ladrón, del asesino, del violador, y constituye tácitamente apología del delito que daña a la naturaleza toda.
El autor citado se considera cientificista darvinista, sin embargo, no esconde un rasgo de comportamiento absolutamente descriptivo de la sabiduría divina hasta en las especies animales inferiores, que demuestra sin atenuantes que el macho está para la hembra y la hembra para el macho en una relación responsable de procreación y cuidado de la especie. Desde esta concepción ampliamente aceptada, porque responde a las evidencias cotidianas de cualquier comportamiento sexual delimitado por la razón y el afecto, se discierne que nuestra problemática en la proliferación de males amenazando a nuestra juventud no radica en ésta precisamente, sino en la carencia de Educación Sexual entre los padres y desde ellos, pues, no se puede educar para un comportamiento propio de la pareja responsable, a una relación de pareja no responsable ni refrendada por la autoridad del matrimonio, a menos que se quiera hacer responsables a los hijos de lo que no fuimos responsables nosotros los padres.
Llama la atención por qué en los países donde se trata la Educación Sexual sobre la base de la desidia de los padres para con sus hijos, y sumado esto a las problemáticas sociales que incrementan el descuido, no se proyecta educar a los padres y potenciarlos a una mejor y más sana educación familiar, y sí se aprovecha la brecha producida por el descuido familiar, para tomar apresuradamente la posta en tan delicado aspecto de la vida integral de nuestros hijos.
Sorprende, además, cómo la iglesia católica romana, teniendo casi todos los resortes del Poder temporal en los Gobiernos de esos mismos países, o al menos, por su enlazamiento provisto por los concordatos existentes, manifiesta sus preocupaciones sin ejercer una influencia más efectiva por sobre legisladores y legistas que promueven leyes basadas en presupuestos enfermizos, interesados y prejuiciosos, distorsivos e infundados, obligando a sus propias familias a contradecir sus creencias teológicas al respecto, que me parecen absolutamente correctas, aunque los métodos de aplicación no los considere apropiados.
6. Sexo Biológico y Sexo Psicológico:
Se propone aquí clasificar la temática en SEXO BIOLÓGICO y SEXO PSICOLÓGICO:
1. SEXO BIOLÓGICO:
En cuanto a lo biológico, discriminar lo genético, que se establece en la concepción de la vida humana, lo cromatínico, que dice respecto a las diferencias anatómicas de los dos sexos, hombre y mujer, lo hormonal que regula la sexualidad de la vida de una persona, y lo germinal, que implica decir que en la fusión de los sexos se ponen en acción los mecanismos de generación de nuevos seres humanos.
En cuanto a lo genético se debiera resaltar la responsabilidad individual y de aparcería. En relación a lo cromatínico, fortalecer lo existente, lo evidente, sin edificaciones enfermizas de las diferencias, sino especificaciones dignas de la dualidad sexual. Respecto a lo hormonal, proveer y concretar para una sexualidad sana y equilibrada donde la persona se ame concienzudamente, y a su aparcero así como a sí misma. En lo germinal, educar para la responsabilidad, la coeducación y la coactividad generadora y protectora de la vida y de su trascendencia en el mundo.
2. SEXO SICOLÓGICO:
En lo concerniente al Sexo Psicológico, no se debiera arrojarlo a la sociedad como causal o responsable directa de su problemática. Se deberá considerarlo desde su corruptibilidad, su decadencia, su carácter autista y su destino. Sumando a estos parámetros, agregar la dimensión cultural.
Grocio determina una de las posiciones clásicas del Derecho, afirmando que el hombre comenzó su historia siendo bueno, pero que en algún momento, y por razones inexplicables, se volvió malo y tuvo que idear formas de defenderse de sus congéneres y de sobrevivir por sobre lo adverso. La Teología llama a ese momento “La Caída”. Lo indiscutible para cualquier razonamiento simplificado, es que el alma humana es intrínsecamente corrupta. ¿Puede, acaso, la Educación quitar su corrupción y erradicar su inclinación al mal? Tenemos un alma caída, corrupta por naturaleza, inclinada a auto degradarse, centrada en sí misma, egoísta, individualista y enajenada, y su fin es la muerte espiritual, porque “el ocuparse de ella misma siempre será la muerte de la existencia humana”. ¿Dónde encuadrar entonces a la tan necesaria educación para una sexualidad responsable?
El individuo, no la sociedad, está caído, intrínsecamente es corrupto e inclinado al mal por naturaleza. Su carácter o condición inherente es el autismo psicológico. El hombre nace, crece, vive y muere centrado en sí mismo. En esencia, ningún ser humano ama al otro como se ama a sí mismo. Su destino es la muerte eterna, el abismo infernal, pues, si no experimenta un cambio metabólico de conciencia, nunca dejará de ser egoísta y de concentrarse en sus propias y exclusivas apetencias.
Hasta los niños, cuando el pan es poco, se pelean por él. Entretanto, la peor de las intrigas y discordias siempre se dan en lo que concierne a los intereses no tanto físicos como sicofísicos de las personas.
Cuatro principales funciones del cuerpo humano, comer, beber, dormir, hacer sexo, nunca serán patológicas si no se trasladan de lo físico a lo psicológico. Cuando el comer se vuelve compulsivo, a la persona se le llama gulosa; si el que bebe se torna obsesivo en el beber bebidas alcohólicas, se lo conoce por ebrio o alcohólico, y se lo considera “un enfermo”. Si la persona tiende a dormir en demasía, se tratará de ver si no padece alguna enfermedad física o en su defecto, se terminará por definir su estado como de dormilona. En cualquiera de estos tres casos el proceso de análisis para la determinación del estado patológico, se cumple en un recorrido desde la práctica o uso físico correcto, hasta la posibilidad del apetito desordenado que desemboca en el desarreglo psíquico. ¿Por qué a lo sexual no se lo trata en el mismo proceso, y antes bien se generalizan sus aberraciones y malos resultados?
En principio, la Educación Sexual puede no estar siendo una necesidad de algunos alumnos en la escuela, o sea que, a partir de esta posibilidad, comienza a dejar de ser una necesidad general, por tanto, no ameritaría su ejecución global. En segundo lugar, en virtud de la equiparación necesaria entre las funciones del cuerpo físico mencionadas, no se debiera tratar a todos los alumnos como “enfermos” cuando no lo son, y tan sólo si alguna actitud o hecho de desborde conductual revelare que verdaderamente los sujetos en cuestión necesitan de veras un tratamiento preventivo o curativo de las emociones y la mente, o disciplinar de las acciones cometidas. En tercer término, la patología sexual radica en el apetito desordenado y el uso indiscreto, no maduro y no ajustado a su propio ambiente de las facultades sexuales físicas orgánicas, difícilmente perceptible hasta tanto no haya un desajuste de conducta, en virtud de lo cual se hace mucho más necesario conocer primeramente el soporte del hogar que está detrás del niño, adolescente o joven, para luego recién tratar de invertir en programa de prevención, disciplina y encausamiento correctivo.
Por otra parte, ¿cómo se puede disciplinar a un empedernido bebedor si no se le hace desviar el bar donde se embriagaba? Nuestra visión de Educación Sexual, sin embargo, es tan torpe que si quisiéramos limitar el basural de la televisión, las radios y los diarios, seríamos perseguidos frontalmente como censuradores de la libertad de prensa, y los hogares y las familias siguen padeciendo toda clase de mal económico, habitacional, motivacional y educativo que hagan a su debida libertad y a la justicia social, mientras nos ocupamos en educar a sus hijos en lo que el ambiente familiar por definición, y el social por extensión, no ayudan ni un poco en la mayoría de los casos de la población estudiantil. Quizá se quiera echar culpas sobre la iglesia –católica y evangélica-, pero creemos modestamente haber estado ellas inmersas en una constante educativa de la persona integral desde hace muchos años, desde una visión integralizadora del ser humano social, como no se vislumbra en el proyecto que la Ley hoy quiere imponer.
Antes de que el hombre cayera en El Edén, el sexo era absolutamente orgánico y fisiológico. Desde su Caída, el sexo pasó a ser además de fisiológico también psicológico. Esto presupone un cambio de domicilio de los deseos.
Los deseos sexuales dejaron de ser una mera necesidad fisiológica placentera, y comenzaron a aparecer en la humanidad como una fuerte inclinación a la auto satisfacción disociativa. A partir de entonces, el hombre se enseñoreó de la mujer, y ésta se volvió servil. Comenzaron a prevalecer dos alternativas corruptoras y corruptibles: la dominación y el servilismo.
En la psique de la mujer existe subyacentemente una actitud y una idea inconsciente de culpa, por la que se somete puerilmente y se vuelve “el sexo débil” en la relación, a la vez que no ha perdido su capacidad lateral al corazón, de inigualable perspicacia para dominar a través de su aparente debilidad. En la psique masculina se esconden la culpa del abandono de su aparcera para permitirle la caída y el abandono de él, para adherirse ahora a su enemigo, acto éste que en latín se denomina “adiutrix diábolos”, y la venganza.
En una caída gradual y lógica, transcurrente de un punto original fijo, el hombre se vuelve dominador de la mujer y ésta servil del hombre. No obstante, ya desde otro punto, el de una caída constante, y de una aprehensión conciente o inconsciente de su estado original caído, los hombres pueden volverse afeminados y las mujeres masculinizarse.
Sea cual fuere la tendencia, la práctica y la conducta humana en lo que atañe al sexo, un hecho aparentemente aislado, una reciente estadística de la aparición de 500 nuevos Sitios Web pornográficos en el mundo por cada 300 que se cierran, demuestra que ninguna educación sexual de lo caído puede modificar alguna cosa, excepto a algunas mentes despiertas y a algunas personas físicamente quebradas por el mal uso de sus facultades sexuales.
Según los estudios más recientes en cuanto a un hecho bíblico en que “hijos de Dios” hicieron cópula carnal con las “hijas de los hombres”, se puede establecer de manera comprobable científicamente que los espíritus pueden materializarse, proceso éste denominado “ectoplasma”. Rosa la “ciencia ficción” una realidad actual: muchas personas testifican haberse encontrado con “personas” que luego desaparecieron instantáneamente a los ojos asombrados de sus observadores.
Existen casos reales, soslayados por los Medios de Comunicación Masivos, y por la misma Ciencia. Hubieron personas que al hacer sexo con otras personas quedaron en una única experiencia de coito psicológicamente trastornadas, y luego tuvieron que ser exorcizadas por ministros cristianos adecuadamente preparados en lo espiritual, para ejercer el poder divino sobre los malos espíritus.
La mayoría de los “macumbeiros” son homosexuales y lésbicas. Muchos peluqueros disfrazan sus negocios de la degeneración de los adolescentes y jóvenes más incautos, con el servicio que prestan como estilistas. Un renombrado esotérico en Brasil cuyos libros minaron la Argentina, disimula su filosofía de transformación del ser humano en lo que respecta al sexo, hacia las alternativas degenerativas y serviles del masoquismo, el bestialismo, el sadismo, y las más diversas perturbaciones psicológicas como respuesta de comportamientos aberrantes en lo sexual, comprometiendo a sus lectores con la dimensión espiritual.
Los ministros cristianos hemos comprobado que acontece lo que llamamos “transferencia de espíritus” cuando las personas psicológicamente débiles frecuentan ciertos lugares, están con determinadas personas, se amistan con libertinos en los asuntos del sexo, y por esa experiencia de transferencia inconsciente, la mayoría de sus víctimas ha tenido que pasar por un severo y minucioso trabajo de aconsejamiento, cambio de mentalidad y liberaciones repetidas para poder dejar de sufrir tormentos y volver así a la vida normal y sana.
Para quienes desempeñamos el verdadero sacerdocio espiritual, nos cuesta llegar a descubrir aspectos de nuestra profesión que debieran permanecer confinados al secreto profesional, debido a lo que puede significar sus conocimientos públicos. Pero no podemos dejar de afirmar que en nuestra experiencia en tales casos una persona puede hacer sexo con espíritus materializados, pensando honestamente que son personas físicas, y luego tener que sufrir toda la vida los trastornos mentales y el sadismo de los entes que la usaron o que puedan ser defraudados por ella.
La iglesia cristiana asistió indefensa por mucho tiempo la irrupción en el liderazgo de individuos provenientes del reino homosexual, y del esotérico simultáneo o separadamente, por lo que vemos con buenos ojos volver a la sana enseñanza respecto al sexo y al matrimonio de la Iglesia Católica, aunque aconsejamos un pragmatismo y aggiornamiento más humano de los valores constitucionales del creador del ser humano para con él, y por su propio bien humano, temporal y eterno.
Si algunos individuos tendrán razón suficientes para desconfiar de las enseñanzas religiosas, no sé cómo se puede confiar ciegamente en un programa de educación sexual en que no se considere lo indispensable como tal, como es el caso de la existencia irrefutable de solamente dos sexos en la constitución humana, y la historicidad de la sacramentalidad del sexo, en aras del matrimonio.
Quizá no sea científicamente comprobable para el malabarismo filosófico de algunas mentes libertinas y macabras, que el ectoplasma pueda generar “personalidades” que ofrezcan sexo fácil, a cambio de costos prácticamente inalcanzables e insuperables en sus consecuencias. Pero sí es absolutamente visible que algunas personalidades sexualmente emblemáticas, están capturando mentes y esclavizando deseos excéntricos y extravagantes de quienes no reconocen que el sexo en ellos dejó de cumplir su misión exclusivamente biológica, para anidarse ahora en las atrocidades de las perturbaciones psicológicas y espirituales de sus defensores.
La Caída en el Edén fue tan devastadora, que hasta pensamos que no hemos caído, y que la moral, la educación o la religión pueden remediar alguna cosa de tanta desigualdad, dominación, servilismo, aberraciones y padecimientos individuales y sociales por culpa del mal uso de uno de los más hermosos y benéficos dones de Dios. Un legislador en Centro América observó: “no debiéramos avergonzarnos de hablar de lo que Dios no se avergonzó de crear”. Me parece que la reflexión, por bonita que sea, niega una realidad incuestionable. Nadie se avergüenza de hablar de sexo; precisamente éste es uno de los temas que más aborda el ser humano en todas latitudes, en todas las formas, en todas sus relaciones, en el diálogo, y hasta cuando está solo… y para que así no sea, si es el más grande de los negocios de los Medios en cualquier país.
El mundo está plagado de mensajes de sexo. Sólo que distorsionado, desde la óptica del mito, de la superstición, de las experiencias humanas traumáticas, de la “viveza criolla”, del odio y la venganza, y del mercantilismo, pero adolece de un mensaje serio y responsable, que lo describa según las prescripciones de quien lo inventó. Eso sí.
Imaginamos que el Ministerio de Educación de la Nación posee una sana preocupación por colaborar en soluciones duraderas de un flagelo tan magno que ha arrasado el país, el de las violaciones, las madres y padres solteros, la insalubridad en las relaciones, las enfermedades venéreas, el descalabro social que toda la falta de educación sexual produce en el individuo y en la sociedad.
7. Conclusiones:
No obstante, y ya que el Programa Nacional de Educación Sexual Integral cuya Ley es la Nº 26.150 y que prevé una puesta en marcha de los postulados básicos en el término de seis meses, y por cuatro años, a efectos de una adecuación en el programa de educación, y en la preparación de quienes la ministrarán, consideramos oportuno afirmar nuestro interés en que se siga una metodología de enseñanza concomitante con la educación sexual impartida ya desde siglos por la iglesia en su conjunto –católica y evangélica-, y por los padres y familias que la integran. No en detrimento de otros segmentos sociales que no comulguen con la fe cristiana, sino como fundamentos de una Nación verdaderamente libre y justa.
Los principales fueros en que consideramos merece ser tratado el tema sexual, son, primeramente la personalidad humana restaurada, sanada, equilibrada y apropiadamente pertrechada de una profunda educación vivencial en que se fusionen la educación propiamente –que no ignoramos ni menospreciamos su importancia-, y la experiencia de su realidad. En otras palabras, no pueden educar en sexo quienes no son exhaustivamente sanos y equilibrados, exitosos y activos en una práctica atinente a satisfacer al otro, cumpliendo con los propósitos originales de su creación. En segundo término, el programa no debiera dejar de resaltar la existencia de únicos dos sexos, la dualidad de propósitos originales -la procreación y la satisfacción matrimonial-, y en todo caso, las prevenciones que se hagan necesarias en virtud de que habitamos un mundo desviado y violento que a cualquier momento puede dañarnos de una u otra manera, en una u otra medida, y en el que TODOS padres, familias, escuela, iglesia y sociedad necesitamos estar inmersos comprometidamente hacia la educación constante, y extremando recursos para la liberación verdadera del ser humano de los yugos que le atan, incluido el mental, que no tiene en cuenta al Creador del ser humano y las finalidades intrínsecas a su constitución tripartita, cuerpo, alma y espíritu.
8. Bibliografía Consultada:
Programa Nacional de Educación Sexual Integral, Ley 26.150
Revista El Monitor del Ministerio de Educación argentino
La Biblia, Versión Reina-Valera
Catecismo de la Iglesia Católica Romana, Publicado por Human Life International - Vida Humana Internacional © 1998
Convención de los Derechos del Niño
Carta de Los Derechos de la Familia principalmente en su artículo 5º inciso “a” que dice: “Los padres tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas, teniendo presentes las tradiciones culturales de la familia que favorecen el bien y la dignidad de los hijos…”
Derechos de la Mujer: Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
Monografía escrita por TITO BERRY
titoberry@hotmail.com
…y se ha ido a vivir bajo la intemperie de la ignorancia del Saber Formal y No Formal
1. Preguntas Retóricas Introductorias:
2. Presupuestos Básicos
3. Análisis de la Ley
4. Desarrollo del Tema
5. Propuesta de Programa de Educación Sexual en las Escuelas
6. Sexo Biológico y Sexo Psicológico
7. Conclusiones
8. Bibliografía Consultada.
LA ORTODOXIA RELIGIOSA CATÓLICO-ROMANA NO REPRESENTA LA VERDAD DIVINA SOBRE EL SEXO Y SUS FINALIDADES.
LAS CIENCIAS CARECEN DE UN CONOCIMIENTO MÁS DEPURADO Y COMPLETO.
LO POPULARMENTE OPINATIVO ES AMPLIAMENTE SUPERSTICIOSO
¿Qué nos pasa? ¿Quiénes saldrán ganando con la nueva Ley de Educación Sexual en la Escuela, con padres y familias que no pueden ser referentes? ¿Los hombres del Ministerio de Educación son los que finalmente podrán señalarnos el rumbo adecuado hacia la seguridad sexual de las personas individualmente, y de la sociedad en su conjunto?
1. Introducción:
¿Cuál será el Programa de Estudio que utilizará de aquí en más el maestro, en virtud del programa perdido de los padres en la cuestión de educar sexualmente a los niños, y que no contradiga los códigos de la educación familiar y cultural de ellos?
¿Quiénes estarán satisfactoriamente adecuados para impartir una sana y equilibrada enseñanza, siendo referentes de lo que enseñen? ¿o seguiremos tecnificando la educación, desjerarquizada al nivel de lo abstracto y sin vida, sin motivadores que transformen la conducta humana y socialicen el conjunto de individuos tan diverso en que vivimos y “soltamos” a nuestros hijos?
2. Presupuestos Básicos:
1. La Creación del ser humano: si esto no vamos a admitir, entonces no hay que preocuparse por educar al hombre, pues algún día evolucionará de manera natural así como ha venido haciéndolo hasta ahora…
2. La Dualidad Genérica: para negarlo, bastó con crear una enmarañada forma de explicar el sexo como “sexo cultural”, entre otras formas. Es como si hablásemos de “dormir cultural”, echándonos a dormir en cualquier parte, justificando nuestra inconducta social.
3. La Naturalidad Sexual: es imposible “naturalizar” lo que ya es natural y naturalmente de uso común y corriente. Ninguna disciplina es “naturalización” de algo desnaturalizado; simplemente será ayudar a mantenerse dentro de sus finalidades y límites propios, en virtud de la degradación del ser humano.
4. La Felicidad de su Creador: Dios no es un ser abstracto, impersonal, etéreo. Él es real y personal para quienes le creen y le aceptan en sus vidas. Él también está feliz cuando le obedecemos. Un párrafo de la Biblia afirma que las personas que usan mal sus cuerpos en lo que al sexo se refiere, llevarían sobre sí mismas las consecuencias. Salvo el caso de las violencias y los infortunios, que tienen causas sociales más que individuales, todas las demás acciones de los hombres demuestran de inmediato el resultado de sus elecciones en los padecimientos que sufren. Dios no quiere el sufrimiento gratuito del hombre. Quiere su felicidad, así como él mismo desea ser feliz con su criatura.
5. La Felicidad de la Criatura: mucha “felicidad” de los hombres, nunca desembarca en la felicidad de nadie, menos del conjunto social. La única felicidad individual verdadera es la que se alcanza en los límites de lo lícito, natural y pertinente a nuestra condición cívica. La felicidad pasajera de quienes siendo soltero invaden el espacio y los derechos sacramentales del matrimonio, nunca fue duradera, efectiva y trascendente, y siempre dio por resultado más sufrimiento humano y mayores injusticias sociales.
6. La Madurez Física: aunque los púberes ya podrían ser padres tempranamente, la madurez física siempre estará supeditada a la madurez sicológica y espiritual. Si le enseñamos a los adolescentes a hacer “sexo seguro”, simplemente le hemos entregado un salvavidas a quien nunca aprendió a volar y tampoco tiene condiciones suficientes para ello. Se podría salvar, eventualmente, pero nunca salvará al otro, y será una ingenuidad de los adultos permitirles manejar el avión que le compete a ellos, y sólo después de un psicofísico apropiado y las debidas lecciones y pruebas previas. A los niños y adolescentes no es sólo sus descubrimientos del sexo que los entusiasman. También quisieran manejar el automóvil, tomar cuchillos y cosas peligrosas para su edad en las manos, un revólver, etc. Los Derechos del Niño y del Adolescente reservan un lugar destacado para las prevenciones en cuanto a adelantar o apresurar la madurez, llevándolos a hacer cosas impropias a su edad. El sexo también es impropio para los jóvenes, y si la incitación de los Medios, la mercantilista y la social lo desbordaren, para ello Dios ya proveyó el medio de solución: el matrimonio. Y si le vamos a enseñar a “cuidarse” haciendo sexo antes del matrimonio, entonces por qué ya no abolir el matrimonio. Mucho más simplificado y repartidas las consecuencias, que si circunscribimos el sexo a él…
7. La Madurez Psicológica: ninguna escuela podrá jamás sustituir los desequilibrios psicológicos que el niño trae a ella desde el hogar. Podría ayudarse a que los niños y adolescentes pudiesen tener otros horizontes más promisorios que el nefasto de un hogar en llamas, pero entonces, la prioridad no es el niño sino el hogar. O en todo caso, el niño y el hogar simultáneamente.
8. El Equilibrio Espiritual: la ortodoxia religiosa impone una clase de espiritualidad abstinente, pietista y mística que no ayuda al desarrollo sano de la persona integral. Por otro lado, las filosofías libertinas necesariamente nos conducirían a otro extremo, al de la enajenación completa, el individualismo, y a un aumento inexorable de la violencia en todos los ordenes de la vida urbana. Lo correcto es fortalecer el hogar y la vida individual en una comunión con Dios apropiada, por una disciplina humanizadora, culturalizante y de proyección pacífica y estable.
9. El Lugar del Orgasmo: el orgasmo nace y termina en el órgano sexual, creacionalmente. Cuando se traslada a la mente humana como centro gravitacional del deseo, no habrá órgano que aguante o alcance. Y no se puede disciplinar la mente fuera del matrimonio. En sus límites ya es muy difícil tal disciplina, debido a nuestra inclinación al mal, imaginémonos fuera de él…
10. El Ocuparse de “la Carne”: somos lo que pensamos. Una mente extremadamente ocupada en el sexo, avanzará inexorablemente hacia la diversidad de prácticas, que al probarlas y no satisfaciendo, lenta pero indefectiblemente uno se encamina hacia la insatisfacción generalizada que terminará por bloquear toda conciencia, abriendo las compuertas del desorden personal y social.
3. Análisis de la Ley Nº 26.150 del Programa Nacional de Educación Sexual Integral
Artículo 5º:
“Cada Comunidad Educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros.”
Opinión: implícitamente se destacan LAS PROPUESTAS emanadas del Programa Nacional de Educación Sexual Integral, como con vigor de Ley obligatoria a ser tenida en cuenta para “la adaptación” de otros idearios y otras convicciones.
Artículo 7º:
“…de modo tal que se respeten y articulen los programas y actividades que las jurisdicciones tengan en aplicación al momento de la sanción de la presente ley.”
Opinión: si durante el proceso de preparación del Programa y la capacitación de los docentes el ciudadano aumenta su discernimiento y concienciación respecto al tema, no podrá aplicarlos al programa de educación de su propio proyecto educativo institucional, puesto que se tiene en cuenta solamente el análisis que surja durante la sanción de la ley, nada más.
Artículo 8º:
“La definición de los lineamientos curriculares básicos para la Educación Sexual integral será asesorada por una comisión interdisciplinaria de especialistas en la temática, convocada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, con los propósitos de elaborar documentos orientadores preliminares, incorporar los resultados de un diálogo sobre sus contenidos con distintos sectores del sistema educativo nacional…y aportar al Consejo Federal de Cultura y Educación una propuesta de materiales y orientaciones que puedan favorecer la aplicación del programa.”
Opinión 1: ¿quiénes serán considerados “especialistas” por el Ministerio de Educación?;
Opinión 2: se tiene en cuenta al sistema educativo, pero no a las familias y ni a los padres, tampoco a la iglesia.
Artículo 9º:
“deberán organizar en todos los establecimientos educativos espacios de formación para los padres o responsables Que tienen derecho a estar informados… Vincular más estrechamente la escuela y la familia para el logro de los objetivos del programa.”
Opinión 1: el programa se arroga el derecho a educar a los padres y responsables del alumno.
Opinión 2: se considera que otras personas son las “responsables” del ciudadano en formación, a la vez que se los quita el derecho a educarlos en sexualidad.
Opinión 3: se afirma que “los padres y responsables tienen derecho a estar informados”. Esto es una flagrante usurpación del derecho de los padres, consagrados en otra Ley, la que dice respecto al DERECHO DE LOS PADRES A ELEGIR LA EDUCACIÓN PARA SUS HIJOS, y al deber intrínseco como parte de la comunidad educativa y educadores “primarios” de los hijos por naturaleza y por ley.
Opinión 4: se coloca a los padres y responsables en el lugar de consumidor de la información, y no del emisor de ella.
Artículo 10º:
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología integrará a las jurisdicciones y comunidades escolares que implementan planes similares y que se ajusten a la presente ley.
Opinión: nuevamente aquí parece ser que se subordina totalmente, esta vez a las escuelas, a un Plan de Estudio inflexible, que siendo Ley lo es propio, pero que no debiera llegarse a tal inflexibilidad antes de un diálogo y un análisis más abarcativo con todos los actores sociales en la temática.
4. Desarrollo del Tema:
No se puede analizar ningún asunto para una mejor comprensión, desde lo consecuente, sino desde su realidad, su evidencia. Así, el problema de la diversidad comportamental sexual no dice nada respecto a la existencia de más de dos sexos, ni de patrones de sexualidad normal, pues, si es evidente que existen solamente dos sexos, entonces, hay que profundizarse en las razones y motivaciones que generan la diversidad de conducta, nada más, pues los seres humanos somos absolutamente incapaces de crear un tercer sexo que no dañe al cuerpo humano, al mismo ser humano y a la sociedad toda.
¿Por qué la preocupación por educar sexualmente a las personas? Bien. El sexo está en el cuerpo humano, pero en él también están los aspectos que hacen a la buena alimentación, la buena y correcta medicación, la estética, el cuidado del cuerpo como “soporte” de algo superior, en el concepto cristiano, de Dios, la procreación, el placer, y no sólo y meramente el placer.
Si vamos a introducir la educación sexual en la escuela, entonces introduzcamos también la educación alimentaria, la higiénica corporal y ambiental, la medicamentosa, la estética, la procreatividad responsable y también la pureza e incontaminación del cuerpo para que pueda contener la Divinidad y ser la expresión de ésta.
Las disciplinas y conocimientos actuales respecto a la vocación y la actividad emprendedora, a lo que denomino Emprendedorismo, tiene muy en cuenta tres aspectos fundamentales en lo que concierne a la existencia humana, a saber:
a) Las Necesidades;
b) El Placer;
c) El Objetivo o Misión de Vida.
Quien afirma que la misión conferida al sexo de procrear, es un mito popular y una anquilosada ortodoxia religiosa, distorsiona o niega una verdad explícita. Si las mismas personas que dicen ser ateas aconsejan tener en cuenta estos tres aspectos de la existencia del hombre en el marco del emprendedorismo, debemos suponer que quienes niegan principalmente el último de esos aspectos, la Misión de Vida, defienden otros intereses que poco o nada tienen que ver con la Vida. Y no que defienda aquí la ortodoxia anquilosada de la religión que limita el sexo a la finalidad de procreación y muy superficialmente considera su dimensión de placer confinada al matrimonio. Las “medias verdades” siempre se parecen en demasía a la misma verdad, por eso siempre será difícil detectarlas. No obstante, no se puede negar que el sexo verdaderamente sirve para ambas dimensiones, la de la procrear y la del placer.
Las Necesidades están mucho más relacionadas con el cuerpo humano. El Placer se relaciona principalmente con la psique, la mente humana, y el Objetivo de vida tiene que ver esencialmente con el espíritu del hombre.
Describir la constitución del ser humano como un sistema tetragonal que incluya cuerpo, alma, espíritu y cultura, o revela nuestra ignorancia de un conocimiento más profundo y real de la constitución del ser humano como tripartito inherentemente, o denuncia nuestro orgullo en no reconocer que somos seres creados, al divagar por el equivocado sendero de la contradicción.
La Teología Evangélica y Cristiana no explica la existencia y la realidad de un Creador, sino la irrefutable evidencia de la unidad tripartita del ser humano, cualquiera sea el nombre que le queramos dar a su origen y su destino, es innegable un destino más trascendente y eterno que el meramente temporal y ambiental.
Cuando el Psiquiatra y Catedrático Enrique Rojas nos quiere hacer ver al ser humano como una tetralogía que incluye la dimensión cultural en su constitución, nos señala un camino de desvío o atajo en nuestra temporalidad humana como seres tripartitos indisolubles, personalidades únicas que siendo responsables o no, deben encarar su propia educación integral de manera individual, y no a partir de lo que hagan los demás.
La mayoría, sino todos los educadores de cualquier nivel de la educación formal y sicólogos y siquiatras, confunden alma con espíritu considerándolos una misma cosa. La fenomenología del espíritu alcanza su más absoluta claridad cuando lo separamos del alma, que es la parte psicológica de la persona humana, su mismo “yo”, o personalidad.
Siguiendo en la línea de concepción del autor citado, respecto a la educación sexual, así como hay una dimensión sexual física, la psicológica, la espiritual y la cultural, entonces debiera hablarse también no sólo de sexo físico y psicológico, sino también de sexo cultural y sexo espiritual, lo que es ampliamente absurdo y poco sostenible.
Es evidente que el verdadero conocimiento se ha perdido. Lo perdieron los padres. Tampoco lo tienen los maestros y carecen de él los estudiosos de la Filosofía, la Sicología y la Medicina. Mañana será normal y ampliamente aceptado culturalmente, lo que nos provea la escuela y la inserción de la educación sexual en la opinión pública. Pero la cultura actual, deficiente y padeciente de la falta de ese verdadero saber, no puede mejorar nada y menos aún, transformarse ella misma en otra más humana, amorosa y sana.
5. Propuesta de Programa de Educación Sexual en las Escuelas:
Para arribar a un Programa de Educación Sexual equilibrado y sano, se debiera como primera medida definir al ser humano como un ser tripartito. En segundo lugar, definir las funciones intrínsecas de cada parte de su constitución. Uno no puede intuir con el cuerpo, ni puede hacer sexo con el espíritu así como el cuerpo no actuará si no es impulsado por la motricidad volitiva de la persona. Cada parte de la constitución tripartita del hombre, tiene sus propias funciones. Transferirlas a otra de ellas, es insostenible, además de no justificar o explicar mejor su interacción y entrelazamiento continuo. En tercer término, proyectar el ideario educativo desde la realidad de La Caída Humana, y no disecándolo para aislar el aspecto de su travesía histórico-cultural de su innegable desviación de lo orgánico a lo psicológico dado en su historia más incipiente. Si nos quedamos postrados ante las realidades de la corrupción del ambiente humano, ignorando la corrupción individual intrínseca en el hombre, nuestro tiempo dedicado a educar será vano y los resultados nunca se establecerán sino que constantemente se esfumarán o serán relegados a las distorsiones de interpretaciones interesadas y patológicas crecientes en la humanidad.
Además, el sexo no está ni en el alma, tampoco en el espíritu humano; está en el cuerpo, por tanto, el sexo es para el cuerpo; su casa es el cuerpo; trasladarlo a la psique demandará mucho esfuerzo por educarlo y jamás lo lograremos; trasladarlo al espíritu, será una negación absoluta de su existencia, o en todo caso, una dimensión trans empírica con alguna otra entidad espiritual que por no tener cuerpo, experimentará su propio orgasmo interconectada a nuestro ser tripartito que aun en esas circunstancias nunca habría de dejar de ser una única entidad.
Las funciones del cuerpo son: comer y beber, trabajar y descansar, expresar lo interior, captar lo exterior, fructificar la especie, el sexo, y servir de terreno para la siembra de lo eterno.
Las funciones del alma son: la mente, la voluntad y las emociones. Algunos siquiatras discriminan los afectos en tres componentes básicos: los sentimientos, las emociones y las pasiones, y consideran que los sentimientos son el cauce habitual por donde discurre la afectividad. Sin entrar en especificidades, tengamos en cuenta las tres funciones generales que mencionamos aquí, como propias del alma humana o personalidad individual del hombre.
Las funciones del espíritu son la intuición y la capacidad de revelación, es decir una percepción más profunda de los conocimientos allende lo tangente y comprobable, pero sí experimental, además, la capacidad de contención de lo espiritual, cuando un espíritu -el espíritu humano- puede albergar y fusionarse con otros espíritus por su intrínseca cualidad de vida intangible e inmanente.
Por no tener esto en claro, se habla de sexo orgánico, psicológico, espiritual y cultural.
Algunos defensores de la Educación Sexual tratan de hacer diferencia entre la pasión y el amor, y a buena hora, nuestro Siglo se caracteriza por la conceptualización Light de los asuntos concernientes al amor y a los afectos humanos. Ciertamente hay una gran diferencia entre ambos valores. No obstante, si no se conoce el origen y la constitucionalidad eterna y extrahumana del amor, siempre se caerá en la misma fosa de un amor desdibujado y obnubilado por los afectos. En realidad, el amor es divino y los afectos son humanos. No sólo que no son la misma cosa y debieran ser constantemente esclarecidas sus propiedades inherentes, sino que además, es un hecho que el hombre no puede amar; sólo puede tener afecto amoroso, pero si su espíritu se fusionara con su creador, entonces sí podrá amar de verdad.
Es que el amor verdadero nada tiene que ver con el alma humana, menos aún con el cuerpo, y sí todo con el principio y origen de la vida humana, y como nuestro espíritu es el único órgano humano que puede contener la divinidad, sólo se puede amar con el espíritu, y eso, ninguna Educación puede generarlo.
La Educación Sexual más abarcativa, completa y perfecta que vemos puede ser presentada a nuestras generaciones de estudiantes en las escuelas, es una educación que considere los conocimientos biológicos y psicológicos en el marco de lo cultural, sin incluir esta dimensión de manera inherente a la persona humana, sino como el espacio en que el individuo practica su sexualidad y se defiende de las patologías y desviaciones en la sexualidad ajena.
Si el sexo no hubiera cambiado de domicilio en algún momento de nuestra historia humana, no hubiese sido necesario observarlo desde el punto de vista psicológico; pero en algún momento de su historia el hombre trasladó su percepción sexual y la conciencia de su propia sexualidad, del cuerpo al alma. Partiendo de esta realidad, se hace absolutamente necesaria la EDUCACIÖN SEXUAL no solamente en las escuelas sino principalmente a los padres.
Rafael Freda, un docente actual de la UBA, nos dice: “En toda relación duradera hay dos grandes componentes. Uno inicial que funciona como enamoramiento, y del cual se desprende la idealización; la característica de ese amor es la concentración de la atención -no se puede pensar en otra cosa- , y eso une a la pareja lo suficiente como para que cuando esa atención ceda, aparezca el apego. Desde el punto de vista sexológico esto es un hecho concreto….”
“Podría decirse entonces que, tal como ocurre con las especies animales, el primer momento del enamoramiento garantiza el embarazo y el segundo hace que el macho se quede y ayude a la hembra a cuidar a la cría. En los seres humanos esos dos momentos responden, incluso, a diferentes neurorreceptores del cerebro.”
En primer lugar, Freda se refiere a “relación duradera”, pues, está generalizando, como es obvio. Entre los animales no existe la conciencia que se supone debe haber entre los seres humanos. De aquí que entre nosotros toda relación de afecto íntimo entre un hombre y una mujer merece ser ordenada legalmente, porque somos seres sociales, y la sociedad tiene el derecho de quedar adecuadamente informada que tal mujer y tal hombre ya no están libres y pertenecen a otras personas jurídicamente. Mientras no se le caracteriza legalmente a una relación permanente, ésta nunca tendrá la posibilidad certera de constituirse en relación duradera, pues, cualquier otra persona puede capturar una de las partes sin lugar a condenaciones de ninguna clase, y esto también presupone una inseguridad total para las futuras generaciones, y para los hijos ya habidos. No se puede justificar por causa de algunas “culturas” o experiencias todavía aisladas en virtud de la normalidad mayoritariamente aceptada, que otras clases de relaciones afectivas en que no cohabitan un macho y una hembra, sean consideradas legalmente protegidas. Esto sería como tratar de legislar a favor del ladrón, del asesino, del violador, y constituye tácitamente apología del delito que daña a la naturaleza toda.
El autor citado se considera cientificista darvinista, sin embargo, no esconde un rasgo de comportamiento absolutamente descriptivo de la sabiduría divina hasta en las especies animales inferiores, que demuestra sin atenuantes que el macho está para la hembra y la hembra para el macho en una relación responsable de procreación y cuidado de la especie. Desde esta concepción ampliamente aceptada, porque responde a las evidencias cotidianas de cualquier comportamiento sexual delimitado por la razón y el afecto, se discierne que nuestra problemática en la proliferación de males amenazando a nuestra juventud no radica en ésta precisamente, sino en la carencia de Educación Sexual entre los padres y desde ellos, pues, no se puede educar para un comportamiento propio de la pareja responsable, a una relación de pareja no responsable ni refrendada por la autoridad del matrimonio, a menos que se quiera hacer responsables a los hijos de lo que no fuimos responsables nosotros los padres.
Llama la atención por qué en los países donde se trata la Educación Sexual sobre la base de la desidia de los padres para con sus hijos, y sumado esto a las problemáticas sociales que incrementan el descuido, no se proyecta educar a los padres y potenciarlos a una mejor y más sana educación familiar, y sí se aprovecha la brecha producida por el descuido familiar, para tomar apresuradamente la posta en tan delicado aspecto de la vida integral de nuestros hijos.
Sorprende, además, cómo la iglesia católica romana, teniendo casi todos los resortes del Poder temporal en los Gobiernos de esos mismos países, o al menos, por su enlazamiento provisto por los concordatos existentes, manifiesta sus preocupaciones sin ejercer una influencia más efectiva por sobre legisladores y legistas que promueven leyes basadas en presupuestos enfermizos, interesados y prejuiciosos, distorsivos e infundados, obligando a sus propias familias a contradecir sus creencias teológicas al respecto, que me parecen absolutamente correctas, aunque los métodos de aplicación no los considere apropiados.
6. Sexo Biológico y Sexo Psicológico:
Se propone aquí clasificar la temática en SEXO BIOLÓGICO y SEXO PSICOLÓGICO:
1. SEXO BIOLÓGICO:
En cuanto a lo biológico, discriminar lo genético, que se establece en la concepción de la vida humana, lo cromatínico, que dice respecto a las diferencias anatómicas de los dos sexos, hombre y mujer, lo hormonal que regula la sexualidad de la vida de una persona, y lo germinal, que implica decir que en la fusión de los sexos se ponen en acción los mecanismos de generación de nuevos seres humanos.
En cuanto a lo genético se debiera resaltar la responsabilidad individual y de aparcería. En relación a lo cromatínico, fortalecer lo existente, lo evidente, sin edificaciones enfermizas de las diferencias, sino especificaciones dignas de la dualidad sexual. Respecto a lo hormonal, proveer y concretar para una sexualidad sana y equilibrada donde la persona se ame concienzudamente, y a su aparcero así como a sí misma. En lo germinal, educar para la responsabilidad, la coeducación y la coactividad generadora y protectora de la vida y de su trascendencia en el mundo.
2. SEXO SICOLÓGICO:
En lo concerniente al Sexo Psicológico, no se debiera arrojarlo a la sociedad como causal o responsable directa de su problemática. Se deberá considerarlo desde su corruptibilidad, su decadencia, su carácter autista y su destino. Sumando a estos parámetros, agregar la dimensión cultural.
Grocio determina una de las posiciones clásicas del Derecho, afirmando que el hombre comenzó su historia siendo bueno, pero que en algún momento, y por razones inexplicables, se volvió malo y tuvo que idear formas de defenderse de sus congéneres y de sobrevivir por sobre lo adverso. La Teología llama a ese momento “La Caída”. Lo indiscutible para cualquier razonamiento simplificado, es que el alma humana es intrínsecamente corrupta. ¿Puede, acaso, la Educación quitar su corrupción y erradicar su inclinación al mal? Tenemos un alma caída, corrupta por naturaleza, inclinada a auto degradarse, centrada en sí misma, egoísta, individualista y enajenada, y su fin es la muerte espiritual, porque “el ocuparse de ella misma siempre será la muerte de la existencia humana”. ¿Dónde encuadrar entonces a la tan necesaria educación para una sexualidad responsable?
El individuo, no la sociedad, está caído, intrínsecamente es corrupto e inclinado al mal por naturaleza. Su carácter o condición inherente es el autismo psicológico. El hombre nace, crece, vive y muere centrado en sí mismo. En esencia, ningún ser humano ama al otro como se ama a sí mismo. Su destino es la muerte eterna, el abismo infernal, pues, si no experimenta un cambio metabólico de conciencia, nunca dejará de ser egoísta y de concentrarse en sus propias y exclusivas apetencias.
Hasta los niños, cuando el pan es poco, se pelean por él. Entretanto, la peor de las intrigas y discordias siempre se dan en lo que concierne a los intereses no tanto físicos como sicofísicos de las personas.
Cuatro principales funciones del cuerpo humano, comer, beber, dormir, hacer sexo, nunca serán patológicas si no se trasladan de lo físico a lo psicológico. Cuando el comer se vuelve compulsivo, a la persona se le llama gulosa; si el que bebe se torna obsesivo en el beber bebidas alcohólicas, se lo conoce por ebrio o alcohólico, y se lo considera “un enfermo”. Si la persona tiende a dormir en demasía, se tratará de ver si no padece alguna enfermedad física o en su defecto, se terminará por definir su estado como de dormilona. En cualquiera de estos tres casos el proceso de análisis para la determinación del estado patológico, se cumple en un recorrido desde la práctica o uso físico correcto, hasta la posibilidad del apetito desordenado que desemboca en el desarreglo psíquico. ¿Por qué a lo sexual no se lo trata en el mismo proceso, y antes bien se generalizan sus aberraciones y malos resultados?
En principio, la Educación Sexual puede no estar siendo una necesidad de algunos alumnos en la escuela, o sea que, a partir de esta posibilidad, comienza a dejar de ser una necesidad general, por tanto, no ameritaría su ejecución global. En segundo lugar, en virtud de la equiparación necesaria entre las funciones del cuerpo físico mencionadas, no se debiera tratar a todos los alumnos como “enfermos” cuando no lo son, y tan sólo si alguna actitud o hecho de desborde conductual revelare que verdaderamente los sujetos en cuestión necesitan de veras un tratamiento preventivo o curativo de las emociones y la mente, o disciplinar de las acciones cometidas. En tercer término, la patología sexual radica en el apetito desordenado y el uso indiscreto, no maduro y no ajustado a su propio ambiente de las facultades sexuales físicas orgánicas, difícilmente perceptible hasta tanto no haya un desajuste de conducta, en virtud de lo cual se hace mucho más necesario conocer primeramente el soporte del hogar que está detrás del niño, adolescente o joven, para luego recién tratar de invertir en programa de prevención, disciplina y encausamiento correctivo.
Por otra parte, ¿cómo se puede disciplinar a un empedernido bebedor si no se le hace desviar el bar donde se embriagaba? Nuestra visión de Educación Sexual, sin embargo, es tan torpe que si quisiéramos limitar el basural de la televisión, las radios y los diarios, seríamos perseguidos frontalmente como censuradores de la libertad de prensa, y los hogares y las familias siguen padeciendo toda clase de mal económico, habitacional, motivacional y educativo que hagan a su debida libertad y a la justicia social, mientras nos ocupamos en educar a sus hijos en lo que el ambiente familiar por definición, y el social por extensión, no ayudan ni un poco en la mayoría de los casos de la población estudiantil. Quizá se quiera echar culpas sobre la iglesia –católica y evangélica-, pero creemos modestamente haber estado ellas inmersas en una constante educativa de la persona integral desde hace muchos años, desde una visión integralizadora del ser humano social, como no se vislumbra en el proyecto que la Ley hoy quiere imponer.
Antes de que el hombre cayera en El Edén, el sexo era absolutamente orgánico y fisiológico. Desde su Caída, el sexo pasó a ser además de fisiológico también psicológico. Esto presupone un cambio de domicilio de los deseos.
Los deseos sexuales dejaron de ser una mera necesidad fisiológica placentera, y comenzaron a aparecer en la humanidad como una fuerte inclinación a la auto satisfacción disociativa. A partir de entonces, el hombre se enseñoreó de la mujer, y ésta se volvió servil. Comenzaron a prevalecer dos alternativas corruptoras y corruptibles: la dominación y el servilismo.
En la psique de la mujer existe subyacentemente una actitud y una idea inconsciente de culpa, por la que se somete puerilmente y se vuelve “el sexo débil” en la relación, a la vez que no ha perdido su capacidad lateral al corazón, de inigualable perspicacia para dominar a través de su aparente debilidad. En la psique masculina se esconden la culpa del abandono de su aparcera para permitirle la caída y el abandono de él, para adherirse ahora a su enemigo, acto éste que en latín se denomina “adiutrix diábolos”, y la venganza.
En una caída gradual y lógica, transcurrente de un punto original fijo, el hombre se vuelve dominador de la mujer y ésta servil del hombre. No obstante, ya desde otro punto, el de una caída constante, y de una aprehensión conciente o inconsciente de su estado original caído, los hombres pueden volverse afeminados y las mujeres masculinizarse.
Sea cual fuere la tendencia, la práctica y la conducta humana en lo que atañe al sexo, un hecho aparentemente aislado, una reciente estadística de la aparición de 500 nuevos Sitios Web pornográficos en el mundo por cada 300 que se cierran, demuestra que ninguna educación sexual de lo caído puede modificar alguna cosa, excepto a algunas mentes despiertas y a algunas personas físicamente quebradas por el mal uso de sus facultades sexuales.
Según los estudios más recientes en cuanto a un hecho bíblico en que “hijos de Dios” hicieron cópula carnal con las “hijas de los hombres”, se puede establecer de manera comprobable científicamente que los espíritus pueden materializarse, proceso éste denominado “ectoplasma”. Rosa la “ciencia ficción” una realidad actual: muchas personas testifican haberse encontrado con “personas” que luego desaparecieron instantáneamente a los ojos asombrados de sus observadores.
Existen casos reales, soslayados por los Medios de Comunicación Masivos, y por la misma Ciencia. Hubieron personas que al hacer sexo con otras personas quedaron en una única experiencia de coito psicológicamente trastornadas, y luego tuvieron que ser exorcizadas por ministros cristianos adecuadamente preparados en lo espiritual, para ejercer el poder divino sobre los malos espíritus.
La mayoría de los “macumbeiros” son homosexuales y lésbicas. Muchos peluqueros disfrazan sus negocios de la degeneración de los adolescentes y jóvenes más incautos, con el servicio que prestan como estilistas. Un renombrado esotérico en Brasil cuyos libros minaron la Argentina, disimula su filosofía de transformación del ser humano en lo que respecta al sexo, hacia las alternativas degenerativas y serviles del masoquismo, el bestialismo, el sadismo, y las más diversas perturbaciones psicológicas como respuesta de comportamientos aberrantes en lo sexual, comprometiendo a sus lectores con la dimensión espiritual.
Los ministros cristianos hemos comprobado que acontece lo que llamamos “transferencia de espíritus” cuando las personas psicológicamente débiles frecuentan ciertos lugares, están con determinadas personas, se amistan con libertinos en los asuntos del sexo, y por esa experiencia de transferencia inconsciente, la mayoría de sus víctimas ha tenido que pasar por un severo y minucioso trabajo de aconsejamiento, cambio de mentalidad y liberaciones repetidas para poder dejar de sufrir tormentos y volver así a la vida normal y sana.
Para quienes desempeñamos el verdadero sacerdocio espiritual, nos cuesta llegar a descubrir aspectos de nuestra profesión que debieran permanecer confinados al secreto profesional, debido a lo que puede significar sus conocimientos públicos. Pero no podemos dejar de afirmar que en nuestra experiencia en tales casos una persona puede hacer sexo con espíritus materializados, pensando honestamente que son personas físicas, y luego tener que sufrir toda la vida los trastornos mentales y el sadismo de los entes que la usaron o que puedan ser defraudados por ella.
La iglesia cristiana asistió indefensa por mucho tiempo la irrupción en el liderazgo de individuos provenientes del reino homosexual, y del esotérico simultáneo o separadamente, por lo que vemos con buenos ojos volver a la sana enseñanza respecto al sexo y al matrimonio de la Iglesia Católica, aunque aconsejamos un pragmatismo y aggiornamiento más humano de los valores constitucionales del creador del ser humano para con él, y por su propio bien humano, temporal y eterno.
Si algunos individuos tendrán razón suficientes para desconfiar de las enseñanzas religiosas, no sé cómo se puede confiar ciegamente en un programa de educación sexual en que no se considere lo indispensable como tal, como es el caso de la existencia irrefutable de solamente dos sexos en la constitución humana, y la historicidad de la sacramentalidad del sexo, en aras del matrimonio.
Quizá no sea científicamente comprobable para el malabarismo filosófico de algunas mentes libertinas y macabras, que el ectoplasma pueda generar “personalidades” que ofrezcan sexo fácil, a cambio de costos prácticamente inalcanzables e insuperables en sus consecuencias. Pero sí es absolutamente visible que algunas personalidades sexualmente emblemáticas, están capturando mentes y esclavizando deseos excéntricos y extravagantes de quienes no reconocen que el sexo en ellos dejó de cumplir su misión exclusivamente biológica, para anidarse ahora en las atrocidades de las perturbaciones psicológicas y espirituales de sus defensores.
La Caída en el Edén fue tan devastadora, que hasta pensamos que no hemos caído, y que la moral, la educación o la religión pueden remediar alguna cosa de tanta desigualdad, dominación, servilismo, aberraciones y padecimientos individuales y sociales por culpa del mal uso de uno de los más hermosos y benéficos dones de Dios. Un legislador en Centro América observó: “no debiéramos avergonzarnos de hablar de lo que Dios no se avergonzó de crear”. Me parece que la reflexión, por bonita que sea, niega una realidad incuestionable. Nadie se avergüenza de hablar de sexo; precisamente éste es uno de los temas que más aborda el ser humano en todas latitudes, en todas las formas, en todas sus relaciones, en el diálogo, y hasta cuando está solo… y para que así no sea, si es el más grande de los negocios de los Medios en cualquier país.
El mundo está plagado de mensajes de sexo. Sólo que distorsionado, desde la óptica del mito, de la superstición, de las experiencias humanas traumáticas, de la “viveza criolla”, del odio y la venganza, y del mercantilismo, pero adolece de un mensaje serio y responsable, que lo describa según las prescripciones de quien lo inventó. Eso sí.
Imaginamos que el Ministerio de Educación de la Nación posee una sana preocupación por colaborar en soluciones duraderas de un flagelo tan magno que ha arrasado el país, el de las violaciones, las madres y padres solteros, la insalubridad en las relaciones, las enfermedades venéreas, el descalabro social que toda la falta de educación sexual produce en el individuo y en la sociedad.
7. Conclusiones:
No obstante, y ya que el Programa Nacional de Educación Sexual Integral cuya Ley es la Nº 26.150 y que prevé una puesta en marcha de los postulados básicos en el término de seis meses, y por cuatro años, a efectos de una adecuación en el programa de educación, y en la preparación de quienes la ministrarán, consideramos oportuno afirmar nuestro interés en que se siga una metodología de enseñanza concomitante con la educación sexual impartida ya desde siglos por la iglesia en su conjunto –católica y evangélica-, y por los padres y familias que la integran. No en detrimento de otros segmentos sociales que no comulguen con la fe cristiana, sino como fundamentos de una Nación verdaderamente libre y justa.
Los principales fueros en que consideramos merece ser tratado el tema sexual, son, primeramente la personalidad humana restaurada, sanada, equilibrada y apropiadamente pertrechada de una profunda educación vivencial en que se fusionen la educación propiamente –que no ignoramos ni menospreciamos su importancia-, y la experiencia de su realidad. En otras palabras, no pueden educar en sexo quienes no son exhaustivamente sanos y equilibrados, exitosos y activos en una práctica atinente a satisfacer al otro, cumpliendo con los propósitos originales de su creación. En segundo término, el programa no debiera dejar de resaltar la existencia de únicos dos sexos, la dualidad de propósitos originales -la procreación y la satisfacción matrimonial-, y en todo caso, las prevenciones que se hagan necesarias en virtud de que habitamos un mundo desviado y violento que a cualquier momento puede dañarnos de una u otra manera, en una u otra medida, y en el que TODOS padres, familias, escuela, iglesia y sociedad necesitamos estar inmersos comprometidamente hacia la educación constante, y extremando recursos para la liberación verdadera del ser humano de los yugos que le atan, incluido el mental, que no tiene en cuenta al Creador del ser humano y las finalidades intrínsecas a su constitución tripartita, cuerpo, alma y espíritu.
8. Bibliografía Consultada:
Programa Nacional de Educación Sexual Integral, Ley 26.150
Revista El Monitor del Ministerio de Educación argentino
La Biblia, Versión Reina-Valera
Catecismo de la Iglesia Católica Romana, Publicado por Human Life International - Vida Humana Internacional © 1998
Convención de los Derechos del Niño
Carta de Los Derechos de la Familia principalmente en su artículo 5º inciso “a” que dice: “Los padres tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas, teniendo presentes las tradiciones culturales de la familia que favorecen el bien y la dignidad de los hijos…”
Derechos de la Mujer: Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
Monografía escrita por TITO BERRY
titoberry@hotmail.com